Psicopatones (Manipuladores)

En realidad la palabra “psicopatones” no existe como tal, el término real es Psicópata. Para darles una idea general de cómo es, acuérdense de “El silencio de los inocentes (El silencio de los corderos)" y del personaje Hannibal Lecter (Anthony Hopkins). Este es el típico caso. Hay sociedades más propensas a tener ciertas patologías y en Estados Unidos abundan las de este tipo. El Psicópata (o perverso desde el psicoanálisis) tiene un rasgo particular que es saber nadar en los miedos de los demás. En algunos casos se da que en un momento se brotan y comienzan a matar y allí es donde no pueden ni quieren detenerse.
¿Es una enfermedad? En principio esta respuesta no se termina de dilucidar, muchos abogan porque es un estructura dada. A la gente le gusta la palabra enfermedad porque suponen que tiene cura. Es como pensar que como el león no se comporta como un gatito casero está enfermo. Lo único que se puede hacer con estos casos es tenerlos drogados, pero en general están presos o condenados a muerte. Y sí, pueden ser sumamente peligrosos.

Después de esta breve descripción les comentaré sobre algo mucho más familiar para todos ustedes. Es la persona que tiene en la estructura de su personalidad rasgos psicopáticos (Psicopatón). Significa que no es un psicópata de estructura. Es un neurótico más (la mayoría somos neuróticos en general) pero tiene esta característica en la personalidad.

Dichas personas tienen capacidades similares. Lo primero que destaca es su capacidad de descubrir en breves minutos todos tus miedos. Son excesivamente perceptivos.
Luego, suelen ser socialmente muy hábiles y saben desenvolverse con simpatía extrema entre la sociedad. Pero lo cierto es que quien se somete a ellos puede terminar muy deteriorado.

Estas personas, cuando las tienes cerca, casualmente harán comentarios que te denigren, en general indirectamente. Si tú no eres una persona agraciada físicamente te contará que tiene un amigo/a que es perfecto. Un cuerpo suntuoso, un atractivo espectacular y que con ello consigue todo lo que desea. Claro está que esta persona se acostó con él.
¿Eres de clase media? ¿Te preocupa tu futuro económico? Pues comentará como mucha gente termina muerta de hambre en las calles y no vuelve a recuperarse, y a posteriori te hablará de los millones que gana él o la gente con la que se rodea. Así sacará siempre a relucir, “casualmente”, una serie de argumentos que te irán haciendo sentir la peor persona del mundo.

Si tienes un vínculo cercano como amigo, pareja, y en el peor y más peligroso de los casos, hijo/a, será mucho más grave. Si estás al lado de una persona así, como pareja, te manipulará a su gusto, le terminarás dando aquella reliquia de familia, y una vez que se canse de destruirte, te dejará ir si así le parece. Usualmente la gente llega a tener este tipo de vínculos porque se criaron con un padre o madre así o porque repiten esa escena de rechazo. Con lo cual el sentirse un bicho sin valor les parece lo más normal de la tierra. De hecho entienden que el “querer” viene conjuntamente con el “demandar y condicionar” absolutamente todo.

Para el común de la gente les es difícil reconocerlos y ellos se aprovechan gustosos de esta situación. En un trabajo te llamará y si no le das lo que te pide te encontrará en un error, te enredará, te dirá que eres un inútil y te pedirá tu nombre, apellido y número de DNI. Una de sus frases favoritas es “Tu no sabes con quien estás hablando”. Todo para infundir miedo y regocijar su ego. Cuando la realidad es que si fuera tan importante no hablaría contigo, sino con su “poderosísimo” amigo. Como jefe nunca te reconocerá absolutamente nada. Y si cometes un error te lo remarcará haciéndote sentir un "idiota" en vez de explicarte para que aprendas (aunque no es prioritario de los psicopatones sino también como un acto sádico).

En el caso de los padres es mucho más complejo y triste. Frases como “siempre serás gordo/a” “No naciste para eso” “te quedarás solo/a” “Un buen hijo/a no hace esto o aquello” “Nadie te va a querer como eres, solo tu madre/padre” “para que estudias eso si no llegarás a ningún lugar” son algunas de sus miles de frases psicopateantes.

Si es tu caso no dudes un segundo, a pesar que piensas que eres así y que no hay solución, en acudir a un psicoanalista urgentemente.

Ellos tienen la capacidad de convencerte con argumentos muy astutos que la realidad es de tal manera y tu ese bicho que sólo encaja desgraciadamente en ella. Como una araña que convence a la mosca que encaja perfectamente en su telaraña.

En España está muy en auge decir que tal o cual son maltratadotes. Pero si observamos atentamente, ¿Qué era Franco? ¿En que cultura se fueron criando? Si hay muchos maltratadotes es un signo claro que hay varias generaciones de maltratados. Los miedos abundaron en este país (el trabajo, opinar, existir, cambiar), con lo cual es normal que mucha gente sea carne de presa para estos individuos.

¿Pero el psicopatón es conciente? No es consciente de lo que hace en tanto no tiene culpa. Es decir, sabe que con eso logra lo que quiere, que te puede molestar pero no empatiza. Es su manera de ser y en general no la cambiará nunca hasta que al final del camino reciba las consecuencias de sus actos. Es raro que una persona que pueda manipular a los demás quiera cambiar ¿Es una mala persona entonces? Es perjudicial.

Lo cierto es que en general, en una visión un poco más profunda, este mecanismo lo utiliza para defenderse de sus miedos. ¿Cuáles son sus miedos? Los que te inculca a ti. Como muchas personas usan, la pena, la culpa, la desgracia, ellos tienen este mecanismo, que con atrevimiento diré que es casi de defensa. Su habilidad es poner en tu cabeza todos sus miedos y así “librarse” de ellos (que en definitiva es una forma de estar acompañado en la desgracia pero puesta en el otro y sentirse más fuerte)

En general dos personas con los mismos rasgos psicopáticos se repelen automáticamente. El placer está en manipular, no en luchar con otro igual. Con lo cual si alguna vez te encuentras con alguno, no intentes pensar que eres invencible y que lo manejarás con tu astucia e inteligencia superior, porque en ese pensamiento ya has caído en su trampa.

Sergio Alonso Ramirez
psicólogo Psicoanalista