Últimamente he escuchado alguna de las lindas noticias que los hermanitos polacos que dirigen dicho país y que han comentado sobre temas como el aborto, la homosexualidad y todas estas cosas tan pero tan “feas” y “antinaturales” ¿Y por qué no vamos a darles la razón? Es bueno apartar a los homosexuales de las escuelas. Ya sabemos que esto es contagioso y puede hacer de golpe un país gay. Con lo cual ya saben no se acerquen ni un segundo a uno de esos degenerados porque puede que al otro día usted nazca con una pluma rosa o si es mujer, que tenga un camión estacionado en la puerta de su casa y tenga en su mano una llave inglesa. Eso sí, también es mi humilde opinión que ya que los sacamos del sistema educativo y toda su asquerosa literatura los deberíamos sacar asimismo de todo el sistema sanitario. Porque si un/a homosexual no me puede enseñar, menos que menos ¡tocar! ¡Uf, que asco! ¡Sí!, yo quiero estar en esa línea de pensamiento. Pero también soy tradicionalista y no me quedo solo ahí, ¿por qué las mujeres han dejado sus casas para ir a trabajar? Que se queden en casa limpiando platos, que ya vemos que si no se llena de homosexuales la tierra y nos extinguimos como especie. Y obviamente les quitamos el derecho a conducir. El que conduce es el macho de la casa, el hombre. La mujer a fregar platos. Bueno, bueno… ni que hablar de los ¡negros! Después van y se casan con nuestras rubias fantásticas y nos salen chicos que no son ni negros ni blancos ni nada ¿Para qué los habremos sacado de África? ¡Cierto! Para que sirvan como corresponden… Lo que no entiendo es para que los liberaron, al fin y al cabo, son negros. ¿Y los sudacas? Esos lo único que hacen es hacer críos y venir a comer a nuestros países, a quitarnos el trabajo. El hecho de haberlos colonizado y aprovechado durante décadas y siglos es algo puramente circunstancial. Bueno, mejor ni hablo de los judíos… Menos mal que don Adolf Hitler nos lo quito de encima a esos sucios que lo único que hacen es guardar dinero debajo del colchón. El hecho que muchos de los principales psicólogos, filósofos y pensadores del mundo sean judíos es porque querían ganar más dinero y dominar el mundo… ¿árabes? Perdón…¡Moros! ¡¡Esos sí!! Lo único que hacen es robar, tomar, aportar esa mierda de cultura y encima tienen esa religión tan anticatólica. Esos también tienen que desaparecer. Y digo desaparecer porque lo cierto es que si toda esa gente, incluyendo todo tipo de oriental (puaj), no puede estar en la educación o en cualquier otro lugar, es un atisbo de comenzar a limpiar “mi” mundo… Perdón “nuestro” mundo. Pero también no voy a dejar fuera de mi pensamiento a todos los inmigrantes polacos que emigran, en definitiva son "inmigrantes". Porque en el mundo ideal, no hay intercambio, todo es igual, nada cambia, todo es según mi visión y ya está (ya hubiera matado a todos esos locos que venían con ideas como el psicoanálisis, el mundo redondo, la electricidad y ¡¡cosas anticatólicas!!).
El otro día pensaba que si se puede ver la punta del hilo, puede llegar a ser muy pero muy larga la cantidad de barbaridades que se pueden llegar a pensar. Porque todos, absolutamente todos tienen algo por lo cual ser marginados ya que todos tienen características que los hacen individuos. En esa línea, tendríamos un mundo lleno de espacio, ya que no habría personas.
Pero lo interesante es no caer en el mismo pensamiento y decir “pues que se jodan los polacos, los echamos a todos y ya”. Sino que esto se puede transformarse en una señal para reflexionar un poco y darse cuenta que gracias a la diversidad que existe en un lugar, existe uno mismo.
En una especie de “insigth” (revelación), uno se da cuenta que gracias a que en la calle, esta la señora con su hijo, un gay, un negro, un latinoamericano, una chica con su perro, un policía, un oriental, un hombre de negocios, un conservador, un siniestro, etc, gracias a todos ellos estoy yo también ahí. Ellos, gracias a todos ellos, a que estamos todos conviviendo con normalidad, podemos ser libres y ser lo que elijamos ser o podamos ser. Cuando damos libertad a nuestro entorno, en realidad nos la damos a nosotros mismos. Porque en un mundo de diversidades, todos pueden existir con su cuota de libertad. Todos tienen derecho a pensar lo que quieran pensar, pero no a reprimirte por no pensar igual. No es que yo “aguanto” tales personas o soy “tolerante”, no pasa por ahí. Pasa por el hecho que la libertad que les doy a ellos, es la que me estoy dando a mí. Y esto es parte de un tema muy importante. Dentro de los muchos “mecanismos” que tenemos, existe el de “represión”. Entonces, cuando yo no me permito ser tal o cual cosa, o darme tal o cual gusto, si lo tengo “prohibido”, se suele reprimir. ¿Pero qué pasa cuando veo delante de mío aquello que deseo pero me prohibo? ¿En qué se convierte aquel que hace lo que yo no me permito hacer? Pues en una amenaza. Es el representante de mis limitaciones, y así como me reprimo a mí mismo, intento “reprimir” o “suprimir” lo que está ahí fuera. De aquí entenderán de donde vienen los homófogos realmente. Cuando quieran saber que es lo que más oculta alguien, vean lo que mas intenta suprimir o reprimir de la realidad. El problema nunca es lo que está fuera, sino lo que nos hace eco por dentro…
Sergio Alonso Ramirez
Psicólogo Psicoanalista
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