"Hay algo que debéis entender de mi forma de trabajar. Cuando me necesitáis y no me queréis, debo quedarme. Cuando me queréis, pero ya no me necesitáis, debo irme... Es un poco triste, pero es así"- película: La niñera mágica.

(Sin embargo, a pesar de mi ausencia física, me tendréis allí donde me necesiten)


http://psicosujeto1.blogspot.com.es/

4 de octubre de 2012

El significado de tu nombre

Artista: http://bagocapitan.blogspot.com.es/
Jose M Capitán del Rio

Si quieres puedes escuchar este artículo





Una vez un amigo me pasó un artículo de un terapeuta que hablaba del nombre asignado a cada persona y la carga que esto llevaba. Lo llamativo eran los comentarios en contra y casi con ofensa. Como si algo de aquello que había dicho este terapeuta (no recuerdo quién) hubiese tocado esa fibra que hace reaccionar a la gente, algo que impulsa al acto.
En el artículo hablaba de algo que intentaré desarrollar aquí, pero lo interesante es cómo la gente tiene la tendencia a pensar en condicionantes "genéticos" y no a los subjetivos. Cuando la genética en definitiva es solo una predisposición orgánica que tomará su lugar, justamente a partir de lo subjetivo. Pero ya sabemos que existe el mecanismo de defensa...

El nombre de cada uno de nosotros no es casual. Uno lo percibe cuando pregunta a un padre "el porqué de ese nombre" y responden generalmente "porque me gusta" pero cuando se les interroga sobre a quienes les rememora dicho nombre presentan en principio resistencias, no quieren, como que les incomodase. Esto, evidentemente, no pasa en todos los casos.

Un nombre, es una palabra, y como tal un significante. Eso quiere decir que significa algo para alguien. Para poder situamos pensemos en una persona que nos fastidia, que nos da bronca o inclusive que odiamos. Ahora imaginémonos si le pondríamos ese nombre a un hijo nuestro. La respuesta, suele ser que no. Cada nombre nos va remitiendo a recuerdos, a vínculos, a situaciones y también a nosotros mismo vinculados con dicha persona o personas. Hoy hablamos de nombres, pero también podemos hablar de olores, perfumes, etc.
¿Cuantas veces nos ha dado odio porque una persona que nos disgusta utiliza tal perfume y "nos lo arruina" porque nos recordará a dicha persona y a esa relación?

Fijémonos lo importante que será el nombre, que en España, en una época, "todas" tenían que ser "María" por cuestiones de religión, pero a su vez por cuestiones de poder, es decir, poner un sello que dicta el poder reinante en la persona, nada más ni nada menos que en su nombre. Otros recibían la herencia familiar al recibir el nombre del abuelo o padre, generando así una identificación y la promesa de una consecución en el tiempo de esa cultura familiar y de esas cuestiones del poseedor del mismo.

Desde el psicoanálisis sabemos que el sujeto ya existe inclusive antes de su concepción, primero aparece el deseo y luego el sujeto en tanto imaginado, tanto el nombre como el resto de características puestas en él, ese bebé viene con una serie de cuestiones conscientes pero principalmente inconscientes.

Ahora, donde no hay que caer es en generalidades, cada nombre le significa algo en particular a cada sujeto. Cuando se interroga a los pacientes o en casos diversos, se descubre que ese nombre que se eligió, a veces, aparentemente al azar, tiene todo un significado para la persona. Le rememora a una relación a un amor perdido, a un amigo, a una persona querida, a la madre, padre, etc. Es decir ese nombre tiene una carga histórica que luego se deposita en ese sujeto que nacerá en algún momento. Inclusive se toma como significativo quien lo elige o quien le asigna dicho nombre al hijo.

El otro día una persona me comentaba que odiaba un nombre de mujer, y que nunca se lo pondría a una hija si la tuviese. Y cuando lo interrogó me cuenta que había tenido nada más que malas experiencias. Sin embargo me cuenta que hay dos nombres de hombres que le encantaban: Mariano y Claudio. Cuando profundizamos en el tema me cuenta que recuerda en el parvulario que "Claudio" fue su primer profesor de gimnasia, y aun siendo tan pequeño (de 3 a 5 años) sentía algo raro por ese hombre (que luego será un nombre). Luego en los albores de su pre-adolescencia iba de campamento con el colegio y chicos de los últimos cursos acompañaban a los más jóvenes. Ya en esa época este hombre comenzaba a sentir una atracción hacia los de su mismo sexo aunque siendo tan joven no la llegaba a identificar como genial. Y en este caso, aparecen dos hombres adolescentes, con buenos cuerpos, de buen parecer y buenas personas. Para alguien tan joven eran hombres en todo sentido. Y los mismos se llamaban: Claudio y Mariano.
Algo del deseo hacia esos hombres se había traspasado al nombre, al mismo del hombre que posiblemente le gustaría ser, como un ideal del yo, pero esta vez puesto fuera en vez de dentro.

A su vez este hombre se llamaba Carlos Alberto. Y en una larga charla con su madre la interroga por sus nombres. Al principio la respuesta fue la de siempre: "me gustaban". Pero cuando le pregunta a su madre quien había sido Carlos en su vida, la misma le cuenta:
"Carlos era un chico que trabajaba en la tienda de ropa. Allí yo era empleada y él era el encargado. Era atractivo y me gustaba, yo quería estar con él, pero no podíamos. Era muy decidido y llevaba el negocio él solo. La madre no permitía que se me acercase ya que pertenecíamos a diferentes religiones" Ese era Carlos, el amor imposible de la madre de "Carlos Alberto".
"Alberto era alguien que yo quería mucho. Era un chico que trabajaba en otra tienda, también conmigo. Éramos todas mujeres (menos él), vendíamos botones e hilo para coser. Con él tenía una relación especial, jugábamos todo el tiempo, nos divertíamos, nos queríamos y lo pasábamos en grande. Ahora me doy cuenta que era homosexual, pero en aquella época eso ni se decía ni se pensaba. Pero yo sabía que con él nunca tendría nada sexual, pero sí una relación muy cercana e intima. Lo quería tanto..."
Alberto era quien estaría con ella y con ninguna otra mujer.

Ahora el hijo se llamo Carlos Alberto, un hombre deseado, decidido y a su vez un hombre que nunca eligió otra mujer más que su madre, ya que desea a los hombres.

Esto, es evidentemente una pequeña viñeta, pero cuando le ponemos un nombre a alguien le estamos poniendo todo un significante, una forma de relacionarnos, inclusive con un mote o apodo.
Hace poco se leía como servicios sociales, en Estados Unidos, le quitaron el hijo a una familia porque le pusieron "Adolf Hitler". Es decir, los nombres no vienen vacíos de contenido.

¿Y nombres que no existían anteriormente? Sabemos que existe la condensación y el desplazamiento, operaciones que se ven en los sueños. Lo vemos en la vida cotidiana cuando a María le dicen "Mari", Alejandro "Ale", etc. y eso es una condensación, pero que remite a otra cosa. Otras veces se condensan dos nombres en uno que parece diferente (desplazamiento) a "Carmen" la llaman "Mamen", y también tenemos los dos casos juntos, la condensación y el desplazamiento, por ejemplo en María Francisca, que la llamarán "Paqui", lo cual fonéticamente no tiene que ver con los dos nombres, pero es un condensación y a su vez un desplazamiento que nos remite a "María Francisca". En estos casos pueden ser evidentes dados que abundan en la cultura, pero en otros nombres puede ser más complicado descubrirlo. Así también los padres pueden elegir un nombre poco usual por un significado que ellos han visto que tiene y que eligen designar con ese significado, condensado ahora en un nombre, a su progenie.

Inclusive, el hecho de poner un nombre "al azar" es muy significativo por aquello "que le ponen a su hijo".

No hay ninguna web que les podrá decir lo que significa su nombre, solo la indagación con quien lo puso, no solo el por qué, sino con quién y cómo fue la historia con esa o esas personas que poseían ese nombre.
Inclusive por más que el nombre pueda parecer terrible "María de las desgracias " o "amores", tendrá que ver quién era esa persona para sus padres, o qué les significaba tanto el nombre, la persona o a qué le remitía.
Eso es el comienzo de la inscripción del discurso en un sujeto... el mismo que existe porque alguien lo escribe (inscribe en el organismo).

Sergio Alonso Ramirez
Psicólogo - Psicoanalista

Artista: Artista: http://bagocapitan.blogspot.com.es/
Jose M Capitán del Rio


No hay comentarios:

Publicar un comentario

psicosujeto psicoanalista Sergio Alonso Ramirez Atención online internet Madrid centro La Latina Rios Rosas Argentino psicólogo análisis analista psicología psicoanálisis ayuda angustia depresión amor tristeza felicidad Obsesiones consultorio consulta psicológica psiconalítica Trastorno por déficit de atención e hiperactividad, depresión, terapia de pareja, TOC trastono obsesivo compulsivo, histeria, trastorno por conversión, ataque de pánico ansiedad, miedo, fobia, sexualidad, afecciones físicas con implicancia psicológica capital La Latina bruxismo, dolores 28005 28010 atención on line online www.psicosujeto.com. Buen Bueno