¿Es el sujeto independiente? ¿Pero de qué?

Si no te miro, te ignoro, si te ignoro, no existes. Si te miro profundamente corres el riesgo de caer en las fauces de mi mirada y no poder escaparte de ella.
¿Entonces dónde está el límite, el equilibro, ese algo que no nos angustie?
Difícil dilema del sujeto, que se pretende independiente cuando busca sin cesar ser "social" ser "visto" "querido" "admirado". Parecemos seres confinados a esa mirada, a veces expresada fuera y solidificada en la mirada externa que nos ama, nos repudia, nos acosa, nos desea pero nos mira, y otras en esa mirada internalizada que reclama una exclusividad que impide conectar con "las otras".

Y lo gracioso es cuando está otro al que miramos y hace como que nos mira a través de una pantalla que nos dice que "seamos independientes" ¡¿Cómo se hace semejante atrocidad si tú me lo estas diciendo?!
Soy porque me miras, porque me escuchas y porque te miro y escucho. Muchos depresivos hablan de su malestar sin escuchar a nadie mas que a sí mismos... y se quejan de su soledad, cuando en realidad deberían quejarse de su sordera.
Seres sociales, culturales, hechos a partir de ser mirados, hablados y escuchados. Cómo pretender la independencia si nuestro ser es por ese otro.
Pero las magnitudes están allí, y a veces hasta olvidamos que el otro es un espejo, no el habitáculo de nuestro ser. El que nos da existencia, la da... y se da hacia un otro, ese otro que ahora es uno. Cuando eso se confunde... no se ve, no se quiere ver, aparece la patología donde el sujeto pretende ser sólo y únicamente en la mirada del otro y no el reflejo de la misma.

Difícil dilema para muchos aprender a separar el yo del tú, sin entender que sin esto no puede haber un nosotros.

Sergio Alonso Ramirez
Psicólogo Psicoanalista