Jorge Gomes Matheus www.jmatheus.es |
Sabemos que esta relación se corta porque la madre, en su
discurso, involucra a un tercero que parece tener poder de posesión sobre ella
(desde la mirada del niño): el padre. Ya el niño no es más el dueño de mamá, ni
sólo “mía”, parece, muy a su pesar, que también es de otro que quiere pero a su
vez es competencia. De ese que teme pero a su vez desea, papá.
Lo que en psicoanálisis llamamos castración, al menos desde
las corrientes mas Lacanianas, tiene que ver con ese corte que produce “la
función paterna” entre el niño y la madre y los hace dos seres diferenciados.
Ya no son uno, sino que hay dos y se va perdiendo el objeto de satisfacción llamado
madre. Poco a poco se va alejando, el cordón umbilical, la teta, la cama, estar
en sus brazos para poder ir hacia ese mundo donde necesita de otras cuestiones
para poder desempeñarse.
Es decir, el crecer implica renuncias y principalmente
renunciar a que esa mujer que es de él, entendiendo que hay otro. Así,
realizando dicha renuncia quedará un hueco, una frustración que abrirá la
posibilidad de conformarse con otra, parecida, en algunos aspectos, a esa mamá
y pudiendo ser él como papá y ocupar el lugar del hombre.
Sin embargo esta introducción es para hablar de otra cosa.
Este corte, esta barrera entre el niño y su madre no siempre se sucede así y
queda el sujeto apresado tanto de su madre o buscando relaciones simbióticas
con las mujeres y/o el mundo. Le pide “al otro” que lo sea todo, que lo
responda todo, es decir, quiere que no haya “nada” que lo separe de un “todo”.
Es, como lo vamos viendo, la negación de la castración, de la separación entre
el niño y madre y así reproducir escenas que lo hacen pensar como si no hubiese
tal separación, es lo que llamamos goce. Si ella es mía, si ella hace lo que yo
quiero, cuando yo quiero y vive hasta donde yo quiero… estoy gozando. Y gozar,
es volver a esa escena donde se podía evitar algo del presente. Quizás podamos
también entender desde este ángulo las relaciones de posesión
¿Qué es lo que realmente le molesta al sujeto? ¿Por qué cela
incluso, a la pareja, de un pasado que ya no es?
Porque quiere que la persona amada, sea propia, como lo fue
la relación con su madre en antaño. “Mamá es sólo mía y de nadie más”. Esa
frase ahora se puede aplicar a la pareja, a la posesión, a que haga “todo lo
que yo quiero y cómo yo quiero”. Como un niño también se enfurece y no se “castra”
(aguanta) pegando y descargando con ira con ella (o quien haya elegido como
objeto propio, como un hijo, etc). La/lo posee como su objeto más preciado y a
la vez patológico ya que la toma no como una persona, sino como algo propio. Pero la otra parte también se queda como dicho objeto. No es necesaria la violencia del orden físico, la simbólica, la discursiva
puede operar como factor de terror inclusive peor que el sometimiento físico.
Lo que no se conoce se fantasea con más severidad. La violencia radica en la
que el otro no pueda ser un individuo, ni que elija. Quien no elije es esclavo
de quien lo hace, el amo. Se juega a nivel inconsciente las posesiones, la abolición
de las barreras que separan, podemos ahora poner la fantasía de unión cómo
psicótica y pensar que realmente es así: “que una persona, individuo, ajeno, no
lo es”. Pero ser poseedor y poseído cumple también fantasías donde “no hay
barrera”. Quizás también por eso mismo no se puede poner fin a ese tipo de
relación, porque a pesar que todo dice “no”, son los propios integrantes que
niegan ese “no”, ese límite que limita, que angustia pero libera.
Pero estos no son los únicos aspectos, porque los hay de
posesión, pero también los puede haber de odio frente al objeto de deseo, pero
eso… es para otro escrito. Hoy nos quedamos con la negación de la barrera entre
el otro y el yo… y negar esa barrera y buscar su ausencia, es la búsqueda de la
simbiosis, allí donde no había separación ni había un yo ni un tú. Es la búsqueda de la psicosis.
Sergio Alonso Ramírez
Psicólogo Psicoanalista
Esta bueno para tomar un rumbo a un posible equilibrio, teniendo en cuenta que algunos sectores de la sociedad orientan al "Sin barreras", al "Todo se puede"... a la psicosis...
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