Cualquier cosa que sea susceptible de significar algo
podemos decir que se compone de dos cosas: un significante, que es el soporte
de un significado. Sin embargo el significado tiene un acuerdo cultural, pero
el personal ya no es tan claro.
En la serie “The orange is the new black” (ya vemos cómo
cambian los significados de los significantes desde la propio título) aparece
algo muy apropiado para hablar de significantes. Se nos presenta nada más ni
nada menos que “un chicle”.
Bien, la real academia española nos dice a este respecto que
el significado es este:
Chicle.
(Del náhuatl tzictli).
2. m. Gomorresina que fluye del
tronco del chicozapote haciéndole incisiones al empezar la estación lluviosa.
Es masticatorio, usado por el pueblo y se vende en panes.
3. m. coloq. Col. y Cuba. Persona
que llega a ser molesta a otra por querer estar siempre en su compañía.
Sin embargo no pueden hacer otra cosa que decir una verdad
parcializada.
Esta serie transcurre en una prisión de mujeres con todas las
vivencias particulares en ella. Privadas de su libertad pequeñas cosas
significan mucho ya que no tienen permitidas muchísimas otras que en libertad
nos parecen nimias como cigarrillos, alcohol, caramelos, y tantas otras.
Una de sus reclusas se siente atraída por uno de los
guardias carceleros. Un joven con cara de inocente que comienza a trabajar como
funcionario penitenciario. Ella le dedica suaves miradas al pasar y él le
devuelve escondidas y tímidas miradas que intentan, sin efecto, ocultar una
simpatía llamada deseo.
Sin embargo ella se acerca a él y con un disimulo que
intenta contener y a la vez transmitir sus intenciones le pide si le convida un
chicle. El guardia le dice que no está permitido que le den a las reclusas
absolutamente nada. Y ella, entristecida por ese rechazo, se va a su cubículo. Ese
acto parecía decirle que enterrase las ilusiones de amor con él.
Pero al otro día sucede algo que ella no esperaba. Al
levantar su almohada se encuentra un chicle. Y en ese momento, por más que la
real academia española sea muy “real”, para ella “chicle” significo otra cosa,
mejor dicho, significó mucho más. Pero las palabras no se habían pronunciado.
Ella veía donde él tomaba café en el recreo de las reclusas.
Un lugar aislado y privado dentro de la gran
instalación. Él va y recoge un
vaso de cartón de lo que parecía ser un viejo puesto eléctrico y encuentra un
dibujo que ella le hizo a él.
¿Qué pasaría? ¿Sería reportada y castigada por hacer eso con
un guardia federal?
Ella se acerca a ver que sucedió y se encuentra con el
saliendo que apenas le dirige la mirada. Sin embargo cuando va a ver si
descubrió su mensaje, se vuelve a encontrar con otro chicle.
Un chicle que no era un chicle, era una promesa de amor, de
pasión, de prohibición, anhelo y deseo.
Chicle es el sostén, el significante, pero el significado de
ese significante, ya depende de cada quien.
Y así es como un sujeto a través de su historia se significa
de manera particular, hilando y entrelazando un significante con otro, que le
remite a un significado de sí mismo y el mundo.
En este caso Chicle, significaba esperanza de amor.
Sergio Alonso Ramírez
Psicólogo Psicoanalista
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