"El instinto dice silenciosamente siempre lo mismo, es constante. El deseo, en cambio, no sabe. El deseo está siempre ligado a una pregunta, el deseo es él mismo una pregunta: ¿qué deseo realmente? ¿Es ese mi verdadero deseo? Mi deseo, ¿es bueno o malo?, ¿es perjudicial?, ¿está prohibido? Lo que creo que es mi deseo, ¿no es acaso una ilusión? Y esta pregunta sobre el deseo puede llegar hasta la perplejidad, puede llegar hasta inmovilizarme. Así pues, el deseo no sabe. Por supuesto, está eso que demando. Lo que demando es lo que creo desear, ¿pero es realmente lo que deseo? Y luego, a diferencia del instinto, el deseo no es constante, no es invariable. Es, si puede decirse, intermitente, va y viene. Circula, a veces se dispersa, a veces se concentra, a veces incluso se anula, desaparece. Digo entonces que me aburro o me deprimo."
Jacques-Alain Miller
Jacques-Alain Miller
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