"Hay algo que debéis entender de mi forma de trabajar. Cuando me necesitáis y no me queréis, debo quedarme. Cuando me queréis, pero ya no me necesitáis, debo irme... Es un poco triste, pero es así"- película: La niñera mágica.

(Sin embargo, a pesar de mi ausencia física, me tendréis allí donde me necesiten)


http://psicosujeto1.blogspot.com.es/

21 de junio de 2013

Explicación sencilla sobre la Obsesión

Cuando hablamos de síntomas hablamos de niñez. Pero claro, esto puede confundir mucho, a pesar que ya lo dijo Freud, a veces se nos hace confuso entender ciertos conceptos. Y quizás ciertas formas de expresarse hagan que una persona pueda incorporar ese conocimiento o no.

Freud decía que al no poder atravesar el Edipo el sujeto retrocedía a alguna etapa anterior (oral, anal, fálica) donde se podía satisfacer. Esto en la teoría parece fácil, pero ¿Qué significa realmente?

Vamos pensar primero que estamos en un mundo de gigantes, personas que son hasta 4 veces nuestro tamaño. Ahora imaginemos que encima estamos en un mundo en el cual desconocemos sus normas y esos gigantes son quienes nos cuidan y nos alimentan. Evidentemente estoy hablando de un niño frente a sus padres.
Pero sigamos imaginando. Esos gigantes
, si no hacemos lo que quieren, nos pueden regañar y nos pueden retirar su amor lo cual se hace muy doloroso. Para un niño no es el mismo golpe si se lo dan en broma que si se lo dan como expresión de enojo, este último duele muchísimo más. Inclusive una pequeña palmada hace que llore desesperadamente como si lo hubiesen torturado (o el tono de enfado cuando lo percibe como tal). La angustia es el enojo por ese que hace poco amaba y ahora no sólo no me permite satisfacerme, sino que a su vez me retira su amor y castiga.
Intentemos pensarnos indefensos, con fuerzas mínimas y diminutas. Frente a esos seres poderosos sentiremos, Amor: al recibir sus cuidados y proveernos de alimento y cariño (satisfacernos), Miedo: al ser capaces de castigarnos o inclusive anularnos (o no satisfacernos más), Odio: al ser los mismos que nos prohíben satisfacer nuestros deseos y finalmente Deseo: al saber que nos podemos entregar a ellos pasivamente y recibir su protección en tanto se obedezca a lo que quieren (de ahí el síndrome de Estocolmo).

En la evolución de un sujeto estas imágenes y sentimientos que son tormentosos se superan de una forma: Incorporando en uno mismo esa imagen. Es decir, el niño en la medida que va creciendo y al ver que no puede con su padre o quien ostenta el poder, decide imitarlo, incorporarlo y ya poder manejarlo por dentro. Para hacer esta operación tiene que renunciar a su objeto de amor, doblegarse, y entender que no se trata de él y su madre, sino que hay otro en el medio. A ese se lo quita del medio mediante la castración en el deseo incestuoso de quedarse en ese amor idílico con la madre, incorporando al padre, ya que no lo puede aniquilar, y luego en el futuro poder representarlo, satisfaciendo su deseo, ahora reprimido, pero proyectado en otra persona. De ahí que escucharán que el amor, es un síntoma, en tanto que es la proyección de algo que no pudo ser y se escenifica en un nuevo ámbito.

Esto es una evolución natural y necesaria en todo sujeto. Es decir, poder incorporar a sus dioses y poder convertirse él "a imagen y semejanza" de aquellos a lo que amó, temió, odió y deseó.

Pero no siempre sucede esto. Muchas veces los padres pueden aparecer como figuras demasiado terroríficas para poder asimilarlos o incorporarlos. Es decir, el niño queda atascado en dicha etapa. Entonces, ¿qué pasa, qué puede hacer? Pues la vida continúa y el chico debe seguir con la misma. Con lo cual se queda atrapado conceptualmente en ese lugar, los padres son aquellos "dioses o demonios", siguen siendo amados, temidos, odiados y deseados, no atraviesa el pasaje de la incorporación. Y para poder seguir adelante, lo único que le queda es satisfacerlos. Pero todo con un precio: Intentar renegar de su deseo. El sujeto queda atrapado en esa escena, se queda con los miedo de aquella época y como objeto de satisfacción de los otros. Si desea, tiene culpa, lo que siente es desechado y vuelve como pensamientos intrusivos a medida que madura. Y dichos pensamientos son peligrosos porque hablan del deseo, del suyo, y si desea puede ser castigado, porque aún desea quedarse con su mamá y anular a su papá, pero estos deseos son motivo de castigo, de anulación y de muerte. Entonces el sujeto sigue avanzando en su vida con una solución aparentemente práctica: No desear, o al menos que no aparezca un deseo que le recuerde lo que realmente quiere.
Pero... ¿Cómo se hace para no desear? Pues se intenta que todo esté en su lugar, que nada se escape o que todo sea un desastre. Las dos formas son expresiones obsesivas frente a sus dioses, o dios padre, que amenaza constantemente. Y el deseo del sujeto se le puede aparecer como algo ajeno, extraño, como ideas horribles. Porque él no desea, él (o ella) se separan de lo que quieren. Ahora son perfectos empleados que obedecen sin rechistar lo que que pide el amo. Lo culpan internamente de todo, lo odian, dicen no amarlo, pero no se van de su lado a pesar de ese odio que nunca se atreverían a mencionar. Las cosas ahora tienen que ser precisas, matemáticas y vacías. Y si surgiese aún un deseo y lo satisface, se castiga él mismo, directamente, o inconscientemente, para evitar el castigo de esos amos que ahora viven en su psique.
Las novias que tienen no deben desearlos como hombres ni hacer que salga a relucir su deseo, porque el mismo viene con la sombra de la amenaza. Ya que en definitiva, él sigue siendo un niño, ese niño que no pudo hacerse hombre. El mundo está matemáticamente calculado, la perfección se busca allí donde mira, ya sea en objetos o personas. Porque en su fuero interno la única posibilidad de existir y desear es siendo otro dios (como aquél que no pudo incorporar). De ahí la frase de "matar al padre", en el sentido de "matarlo como dios/demonio todo poderoso" e "incorporarlo como una persona en falta". Mientras esto no sucede el sujeto vive en esa constante tortura interna, en esa lucha por no existir, por no desear, por correr para satisfacer a todos, o no ser nadie y obediente. Y si aparecen estas ideas "ajenas" y "extrañas"... pues se puede comenzar a hacer rituales para evitar que aparezcan, rezar a un "Dios todo poderoso", interno, que haga que se vayan o que altere la realidad... pero nunca él... siempre el otro, ese dios, el que se hace representante de su (no)deseo. De ahí la duda obsesiva que cumple la función de no elegir, es decir, no desear.
El sujeto a pesar de trabajar, casarse, tener hijos, sigue estando en posición pasiva. Otras veces ni se casa ni puede tener hijos, depende de cada caso.

Entonces, el obsesivo, en definitiva, es un niño, a pesar que vemos un hombre que se tortura con diferentes argumentos internos y se persigue para "ser perfecto" (como su dios o demonio). Es un niño que al no poder incorporar esa ley, esa metáfora paterna, ese otro dentro de sí, se quedo atrapado como un infante amenazado en un cuerpo que seguía creciendo y, peor aún, teniendo que ir afrontando con los años exigencias aterradoras como algunos ejemplos:
existir
desear
ser padre
ser hombre deseado por una mujer como hombre y no como niño
ocupar el lugar de padre en falta
disfrutar de su sexualidad
ser quien elige
"Independizarse"

El sujeto puede vivir muchos años de esta manera, renegando de sí mismo, obsesionándose con todo, menos con su deseo. De ahí la compulsión, a más "tareas hay que hacer " (para otros) "no tengo que ver qué quiero". Es un no parar de no desear.

De ahí que el tratamiento con la persona de estructura del tipo obsesiva es más lenta, porque justamente opone resistencias a aquello que lo puede sanar, que justamente es su deseo. Pero claro... tiene sus motivos, su deseo es una amenaza. Por esto, que cuando los analistas ven un obsesivo, lo que están viendo es un niño, al igual que en otras patologías, claro, pero en este caso, un niño que no ha podido seguir su proceso de crecimiento y se ha defendido como bien ha podido, en este caso sintomáticamente.

Quizás el lector pueda recordar muchas personas que reniegan de su deseo, no tocan a su objeto de deseo, o eligen a personas con las cuales nunca concretarán nada. O inclusive que renuncian a su sexualidad en pos de "Dios". O al cumplirlo, automáticamente se castigan.

Y ahí está la paradoja que siempre nos presenta el psicoanálisis, la contracara graciosa de las cosas, el chiste... Ese hombre que todo lo controla, que todo lo puede, que busca la perfección, es el realidad un niño asustado.

Represión
www.jmatheus.es


Sergio Alonso Ramirez
Psicólogo - Psicoanalista





18 comentarios:

  1. Le va perfecto de complemento al articulo "en el nombre del padre"
    podría decirme si este blog sigue activo? o hay otro lugar en donde le pueda seguir?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Carlos. Gracias por tu comentario.
      Aquí en este blog tienes varios escritos. Con respecto al seguimiento hay varias vías. Una es suscribiéndose a este blog. Lo puedes hacer con este link:

      http://feedburner.google.com/fb/a/mailverify?uri=psicosujeto&loc=es_ES%22%3ESubscribe%20to%20PSICOSUJETO%20by%20Email%3C/a%3E

      La otra es seguir los post y otras cosas en la página de facebook: www.facebook.com/Psicosujeto

      Y también tienes el canal de youtube donde hay charlas, conferencias, cuentos, etc. Si buscas por mi nombre "Sergio Alonso Ramírez" o por "Psicosujeto" podrás encontrar el canal y suscribirte para que te avise cuando se cuelgue algo.

      Con respecto al tema de la obsesión hace poco Luis Martinez de Prado ha dado una conferencia que se llama "Por qué el psicoanálisis" en el Ateneo de Madrid, que estuvo muy bien y expone el caso de un joven de estructura obsesiva y con rituales. Creo que es muy interesante porque lo va relatando como una historia y las circunstancias concomitantes que lo llevan a encontrar una salida a través de estos actos que realiza.

      Saludos

      Eliminar
  2. Pero, por qué el deseo es una amenaza Sergio? Porque no coincide con el padre? Gracias.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No, justamente, porque coincide!! Es decir, quiere lo mismo y teme ser castigado por ello. Inconscientemente, quiere ocupar su lugar, quedarse con la madre, y eso conlleva la culpa de querer desplazarlo y que se vengue.

      Eliminar
    2. Por desear algo distinto no? !

      Eliminar
  3. Respuestas
    1. Pasa igual. Hay una negación del propio deseo entregandose al del otro. Se refugian en lo que el otro desea para no poder reconocer el propio. Es verdad que la entrega es más pasiva, menos visible por la cultura, y es más valorada como "buenas empleadas". Sin embargo la sintomática es muy similar. El punto central es controlar, no dejar escapar nada, nada que tenga que ver con su deseo.

      Eliminar
  4. Y cuando el padre muere y el niño tiene 8 años, y no tiene la oportunidad de seguir las etapas naturales?
    Gracias

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El padre puede que no haya estado nunca. O que físicamente se haya perdido. Pero su función esta dada por quien la ejerce (tío abuelo amigo novio nuevo) en el vínculo. Incluso en la idea de lo que fue. Ese hombre aparece en el discurso de la madre

      Eliminar
  5. entiendo que en parte es la madre la que hace presente o ausente al padre, este fisicamente o no.
    Gracias por tu explicación. ¿podriamos decir que la obsesión es un sufrimiento narcisista? ¿ante la imposibilidad de satifacer el afán de dominación, se produce la ira narcisista? intentando entender a Green...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El narcisismo a se juega siempre. De hecho a mayor narcisismo suele haber mayor patología. Yo diría que en la obsesión se recibió más dominación que amor. Entendiendo al amor por alguien que puede poner límites, pero a su vez estar en falta, querer, heredar, enseñar, etc. Cuando lo que se recibe es más bien una demanda de los padres a los hijos, es ahí donde el obsesivo comienza una lucha, que siempre perderá, contra un ser "supremo". Es decir alguien que no se puesto como quien puede caer (desde lo simbólico)

      Eliminar
  6. Hola Sergio, gracias por explicar de manera entendible los conceptos psicoanalíticos. Alguna cosa no acabo de entender como el concepto de "incorporarlo como una persona en falta", ese concepto de "en falta".

    ResponderEliminar
  7. Hola, Me he detenido a leerlo porque siempre siempre me obsesiono con chicas, pero solo con las que no conozco de nada (a veces me ha llegado a durar incluso dos anyos) y, aunque con el tiempo he ido aprendiendo a ocupar mi tiempo con otras actividades para que estas obsesiones no se apoderen de mi (o directamente hablar con esa chica y darme cuenta de que no es mi tipo) me sigo preguntando por qué me obsesiono de esa manera. No entiendo muy bien la historia que cuentas. O sea, no entiendo muy bien cual es el deseo que intento reprimir con mis obsesiones. O si todos tenemos el mismo deseo, o si estamos reprimiendo todos nuestros deseos?

    ResponderEliminar
  8. Hola Sergio, me surge una pregunta, cómo puedo ayudar o apoyar a mi novio quien tiene obsesión tal cual la describes en tu escrito? Estamos hablando de una persona de 32 años.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estate preparada con el contacto de un profesional para cuando él esté realmente angustiado y listo para empezar terapia. Ahí le das el teléfono.

      Eliminar
  9. Tengo una pregunta: por qué siento miedo (quizá terror), al ser consciente que le atraigo sexualmente a una mujer? Gracias.

    ResponderEliminar

psicosujeto psicoanalista Sergio Alonso Ramirez Atención online internet Madrid centro La Latina Rios Rosas Argentino psicólogo análisis analista psicología psicoanálisis ayuda angustia depresión amor tristeza felicidad Obsesiones consultorio consulta psicológica psiconalítica Trastorno por déficit de atención e hiperactividad, depresión, terapia de pareja, TOC trastono obsesivo compulsivo, histeria, trastorno por conversión, ataque de pánico ansiedad, miedo, fobia, sexualidad, afecciones físicas con implicancia psicológica capital La Latina bruxismo, dolores 28005 28010 atención on line online www.psicosujeto.com. Buen Bueno