Ella está nerviosa, un poco incómoda. No sabe bien qué le
sucede pero sabe que ese regalo que recibió no es el que esperaba de su nuevo
amante/amigo/novio. Algo no funciona, ella le preparó con todo cariño y amor un
regalo, que si bien compró, pensó en él, lo personalizó, se ocupó y le puso eso
que llamamos “libido”. No es un objeto, es algo que ella hizo para él. Pero el
de él era sólo caro. Algunas prendas de vestir… de marca… pero que no son las
que le gusta a ella, y peor aún, es donde él suele comprar y lo que le gustaría
a él.
Pero la pregunta aparece y se le dice ¿Pero qué pasa con
eso?
Y ella dice claves, pistas, que a su vez le hacen ver cosas que
sus ojos percibían pero no así su mente. Dice que él compró los regalos de
todos… y el de ella. Que ella lo ve, después que el cubre sus obligaciones, y después…
la ve a ella. Que para él primero están otras cosas, y después… ella.
Y de golpe se va dando cuenta que la pasión era sostenida
porque era insostenible, que era la pasión del cazador que sigue a su presa y
la excitación no está en cazar sino en la persecución en sí. Pero en este caso
se da cuenta que lo mismo que le da la pasión también le da la decepción de que
es algo que no podrá tener. Que el lugar que le da es el del hueco que dejó su
ex pareja que hacía muy poco que se habían separado, que ella es el parche de
una situación dolorosa de él. Y de golpe llora. Y lo hace no por algo nuevo,
sino por algo que su psique no quería saber a pesar de lo que le ofrecían sus
sentidos.
Y también llora por otro tema… por otro más siniestro que
ella no sabe que sabe. Que todos sus novios son los imposibles. Que ella elige
el que no podrá tener nada con ella, pero no por ella, sino por ellos mismos,
que siempre están comprometidos con su narcisismo exacerbado. Llora porque
quizás en el fondo de su alma sabe que elige lo imposible, que elige la
imposibilidad de estar con alguien y no sabe por qué.
Sergio Alonso Ramírez
Psicólogo Psicoanalsita
¿Cómo averiguarlo? ¿Cómo poder no escoger los imposibles? ¿Cómo no errar?
ResponderEliminarSupongo que debería empezar por averiguar la razón de sus elecciones de parejas generalmente narcisistas. Después de eso, ver como empezar a suponer o esperar menos del otro, concentrándose más en ella misma, no es así?
ResponderEliminarEl tema es que si fuesen narcisistas, se sentiría adorada y deseada. Pero no le pasa eso. Se encuentra con imposibles, con sujetos infantiles que nunca podrán lograr estructurar una pareja. Parece que tendría que ver qué le pasa con el hombre y principalmente que le pasa a ella con ocupar el lugar de "la mujer". A veces esos lugares, el de "la mujer" quedan afianzados en una madre que por algún motivo no se pudo identificar o incorporar. Y ellas se quedan como las eternas niñas frente al hombre. Y en general en un triangulo "yo mi novio y la otra".
EliminarSaludos!!
Gracias Sergio!
EliminarQue valiosas palabras
Y si eso hombre (en mi caso) el que las escoge imposibles e infantiles, como trabajan en ello para no errar?
ResponderEliminarBueno, ahí esta el síntoma, habría que analizar qué es lo que lo produce.
EliminarSaludos