Veníamos en el coche. Detrás estaba Alberto con Alex, su cachorro de gran Danés de 2 meses. Hablando de los primeros cuidados nos comenta como un vecino le dijo que tenía una amiga veterinaria que podía atenderlo y revisarlo gratis. Y que sólo le cobraría algún medicamento si fuese necesario.
Hubo un pequeño silencio, de esos que hablan y este no era necesariamente aprobatorio. En eso me dice Alberto "¿qué te parece?", - a lo que contestó - "que yo a mi perro no lo dejaría que lo atiendan gratis mientras pudiese pagarlo".
Se quedó un poco estupefacto y continúe: Dime una cosa, ¿tú harías un trabajo tuyo gratis?.
No - fue su respuesta - Bueno quizás si fuese... No, en realidad no. - volvió a afirmar
¿Y cuando lo hacías gratis por qué era? - le interrogué
Ahhh... Ya - dijo afirmando con la cabeza
En ese momento cayó en la cuenta que quien no cobra por aquello que hace, por más que sea de forma simbólica, no lo valora, y si no lo hace, tampoco le da algo valor al otro. En todo caso al hacerlo "gratis" se lo está cobrando por otro lado (no necesariamente en dinero). Quizás para no hacerse cargo del lugar que ocupa, ya que quien no cobra no oficializa su obra, si no cobró puede equivocarse libremente y seguir siendo bueno/a.
Luego me encuentro con el otro vecino amigo de esta chica veterinaria y le comentó esto y me dice: "Es que justamente ella es muy buena pero tiene siempre miedo de ser reconocida, de cobrar, de hacerse cargo de lo que hace. Si está en el hospital de perros que trabaja, no hay problema porque es el hospital, pero cuando tiene que ser ella la que se hace cargo, pone excusas de todo tipo".
Ahora bien, también se plantea desde el que paga. Cuando el sujeto paga, a priori, paga por algo, pero no es sólo el objeto o servicio, sino que en ese pagar adquiere que el otro se haga cargo de su necesidad y paradógicamente el que paga la reconoce y se tranquiliza. Cuando se está dando dinero (libido) por algo, en el preciso momento que se hace, se está consiguiendo algo, porque en ese pagar, es algo que uno paga por un objeto "para uno". En ese dar, el sujeto a la vez se está dando. Es el pagar, algo especular, no se da sólo por un intercambio, sino que el sujeto se envuelve de eso que recibe por lo que da. Con lo cual al pagar se está también dando a sí mismo.
De ahí que la gente dirá "¡me ha costado tanto!" (con cierto orgullo que denota cuánto se anima a darse a sí mismo). Veamos cómo justamente el pago no es algo que se da al otro, sino que desde el plano simbólico se lo está dando a uno mismo.
Y también leído desde este lugar, habrá que ver qué le pasa a cada cual con aquello se anima a darse o a quitarse. También si ese valor que adquiere lo siente como real o algo ficticio que cubre, si lo guarda receloso o lo muestra para intentar validar una mentira, etc.
Creo que en otro artículo comentaba algo similar con dos hermanos en posición diferente. Uno estaba orgulloso de lo que conseguía a precio súper barato (producto chino), como si fuese ese niño pícaro que escapa a la realidad de tener que pagar y sigue consiguiendo casi gratis ( que por cierto, ya se ha vuelto a vivir con sus padres). El otro hermano estaba orgulloso de haber podido pagarse una prenda de vestir fruto de su esfuerzo. No quería que fuese barato, quería poder ponerse eso que dio, transformar un valor en otro. Y paradójicamente este hermano en esta postura se sigue sosteniendo con su pareja en su piso y construyendo algo.
(Siempre dentro de un marco de principio de realidad y que aquello que se da no sea una negación de una realidad).
Veamos, por ejemplo, como un madre se enorgullece de aquello que ha gastado en su hijo independientemente del objeto adquirido. En ese dar ya ha ganado algo.
Veamos, por ejemplo, como un madre se enorgullece de aquello que ha gastado en su hijo independientemente del objeto adquirido. En ese dar ya ha ganado algo.
Hete aquí la gran cuestión, si dentro de las posibilidades del sujeto, el mismo es capaz de "pagar-se" algo. O si siempre se mantiene a "bajo coste". Es como un pasaje de la castración donde unos comprenden la falta y adquieren algo para recubrirla un poco y los otros que pretenden que sea cubierta por el otro y así no hacerse cargo.
En todo caso el dinero y su uso, desde el Psicoanálisis, es un significante que dependiendo el sujeto y su escena cobrará un significado particular.
Sergio Alonso Ramírez
Psicólogo Psicoanalista
PD: En este caso abordamos la cuestión del dinero, pero entendemos el mismo como un representante libidinal. Ergo no es sólo el billete lo que puede hacer adquirir algo, sino también otros tipos de intercambio.
Excelente texto Sergio. Que pasa cdo los padres son los padres los que consideran que sus hijos deben darles dinero por todo lo que ellos como padres les dieron?
ResponderEliminarHay un escrito de eso si no me equivoco. Digamos que estragan a los hijos y con suerte y análisis podría suceder algo así :
Eliminarhttps://youtu.be/33hUPe-P6-0
https://psicosujeto.blogspot.com.es/2016/07/me-lo-debes-te-he-dado-la-vida.html?m=1
EliminarGracias Sergio !
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